Resumen:
En el Perú existen tres niveles de gobierno, el nacional y los gobiernos descentralizados de nivel regional y local. Existen grandes diferencias en términos de capacidad institucional, técnica, operativa, cantidad poblacional, ubicación geográfica, entre los gobiernos provinciales y distritales, el marco normativo, es general, igual para toda y los procesos de mejora para la recaudación de impuestos prediales no han formado parte de la agenda de modernización del Estado y de la descentralización hasta la actualidad. Las municipalidades distritales no constituyen el sujeto activo del impuesto dado que no tienen la autoridad para establecerlo, sin embargo cuentan con capacidad tributaria activa para las bases en cuya jurisdicción se encuentran ubicados los inmuebles afectos.
Entre las muchas necesidades que el Estado no puede coberturar, es la provisión eficiente de los servicios de infraestructura básica para mejorar la calidad de vida de la población estableciendo políticas de desarrollo, ya que se encuentran limitadas por aspectos de financiamiento, requiriéndose entonces de recursos presupuestarios crecientes y sostenibles en el tiempo. Al respecto, las experiencias exitosas en el ámbito internacional han demostrado que el impuesto predial constituye potencialmente el mejor instrumento financiero en el nivel local, y con mayor pertinencia en las zonas urbanas, el desafío reside en explotarlo eficientemente.